Me resulta bastante curioso como de manera idéntica algunas dinámicas se repiten incondicional, matemática y reiteradamente, como ocurre en otros diversos grupos o entidades sociales. Todos ellos dicen querer ayudarte, dicen querer estar para ser tu apoyo, te chantajean con ser esa mano amiga a la que aferrarte cuando la vida pegue duro en tu historia y no tengas a donde ir o nadie más a quien acudir. Y llegas a confiar en ellos, te sientes agradecida por esa especie de "suerte" con la que crees, te ha brindado la vida al ponerte en el camino de esas personas.
Pero no. Pasa el tiempo y la ayuda y la protección no llegan. Aunque la prodigan, aunque la anuncian, aunque la ensalzan junto con un buenismo ya dudoso, que únicamente se habla en reuniones de familia, detrás de una pantalla de ordenador o en intervenciones públicas diversas. Pero no solo no llega esa ayuda prometida a la que te has aferrado durante tantos años, sino que además te apartan, te quitan de en medio cuando pides explicaciones por ello. Hasta que te das cuenta de que nadie va a hacer nada por ti, que tu vida la tienes que encauzar tú misma sin ayuda de nadie, y menos si esta ayuda tienes que mendigarla. NO GRACIAS. Por eso mi vida fue la que fue y por eso retomé las riendas, porque no espero ya nada de nadie y menos de personas que parasitan las miserias de los demás para su propio beneficio. Rezuman solidaridad, sobre todo mediática, pero lo único que abunda en esas entrañas son los intereses y los egos engordados de unos cuantos y de unas muchas cuantas.
Los intereses, ¡cuantos cadáveres dejan por el camino y cuantos esqueletos guardan en sus armarios!
Helga F Moreno.
"SI DE VERDAD QUIERES AYUDARME, PRIMERO PREGÚNTAME QUÉ NECESITO"