Treinta y dos días para ayudarte morir y toda una vida para NO ayudarte a vivir. Paradójico.
La eutanasia ha venido a España, por lo que parece, para quedarse. Y no, no estoy en contra de ella en determinadas situaciones en las que esta opción es acertada, aceptable e incluso puede considerarse necesaria. Sí lo estoy o me plantea serias dudas en según que otras.
La ayuda a morir, el derecho a una muerte digna es una "solución" a un sufrimiento que lleva a un mismo final, la muerte. Creo que en determinados contextos psicológicos y/o psiquiátricos quizá esta "solución" no lo es tanto para un, como digo, sufrimiento que quizá no siempre tendría este mismo final. Hay muchos casos en que alguien puede querer morir a los 27 años, no conseguir solventar con éxito el suicidio y 5, 10, 15 años después ser una persona completamente diferente, con unas circunstancias, una salud psicológica y emocional y una vida completamente distintas.
¿Qué baremo impera entonces en estas terceras personas profesionales, que no saben nada de esa vida (porque en treinta y dos días es imposible valorar veinticinco, cuarenta y nueve o sesenta y dos años de vida), para afirmar y tomar con rotundidad la decisión de llevar a cabo un suicidio asistido que no tendrá vuelta atrás?
¿Qué persona, con una vida tan rota psicológicamente como para plantearse el suicidio como alternativa al sufrimiento emocional, va a buscar "ayuda", va a pedir permiso a unos desconocidos para llevarlo a cabo y va a estar receptiva a que durante un mes se interesen por ella, ahora sí, psiquiátrica y/o psicológicamente?
¿Cómo saben en esos treinta y dos días que esa vida no puede mejorar, que no tendrá nunca otras opciones, que nunca podrá conseguir ser mínimamente feliz y llegar a tener miedo a la muerte en vez de desearla? ¿No es acaso hipocresía no ayudar a esa misma persona durante toda una vida a vivir? ¿No es acaso hipocresía poner ahora a su servicio una red de profesionales para ayudarla, en treinta y dos días, a morir? Para mí sí lo es. Y mucha además. Una hipocresía que nos han vendido como derecho a una "muerte digna" obviando y olvidando el derecho a una "vida digna", la misma por la que nadie se ocupa y por la que nadie se ha interesado nunca.
En términos psicológicos y emocionales, cierto es que hay quien pasa por este mundo sin pena ni gloria, pero aun así, su camino no esta plagado de turbulencias; son vidas llanas, lineales, rectas y progresivas. Pero también existen otras personas que, aún también sin pena ni gloria, pasan por esta vida con miserias y sufrimientos diversos, emocionales y psicológicos, ante los que nadie, ante los que ninguno de todos estos ahora predispuestos a asistir y permitir su muerte han mostrado nunca un mínimo interés. Quizá es que no interesa ayudar a una persona en su miseria existencial, en sus carencias familiares, en su tristeza y daño emocional forjado por múltiples circunstancias. Quizá es que interesa dejarla sumida en una invisibilidad y abandono social e institucional que la llevará a vivir en un bucle eterno de dolor y toxicidad del que parece no poder escapar.
Pareciere también que únicamente interesa que esa persona, y toda su maleta de circunstancias horribles, exista para ampliar esa larga lista de "clientes/pacientes" que deberían hacer uso de toda esa serie de chiringuitos creados por y para profesionales del trabajo social, de la psicología, de la psiquiatría y que por desgracia y en una gran mayoría viven de esas listas sin atender o al menos no atendidas como deberían. Como digo, "pacientes/clientes" que no reciben ningún tipo de ayuda REAL a pesar de confiar estos, de manera desesperada en muchos casos, en estos profesionales que unicamente captan y aprovechan su desesperación, a veces de toda una vida, para engrosar con sus nombres esa lista que corrobora miserablemente que su sueldo es "merecido".
Esta labor que NO hacen es la que después crea personas abrumadas psicológica y emocionalmente, personas dolidas, dañadas, rotas, decepcionadas y fustradas con sus propias vidas y con un sistema que no solo no les ayuda sino que alimenta sus dolencias y miserias para su propio beneficio. Personas a las que no se las está ayudando a vivir pero sí que, y debido a ese mismo abandono, desearán morir y ahora sí se les ayudará a ello. ¿Estrategia de descarte y eliminación, intereses ideológicos y económicos o simplemente hipocresía pura y dura?
No, no veo clara la eutanasia en un contexto psicológico/psiquiátrico cuando, para un mismo equipo de profesionales, les resulta más fácil ayudarte en treinta y dos días a morir que durante toda una vida a vivir.
Helga F Moreno
"SI DE VERDAD QUIERES AYUDARME, PRIMERO PREGÚNTAME QUÉ NECESITO"